Pasaba las noche mirando la luna y si el viento se acercaba, le hablada de vos, de mis deseos de que estés, de los días que perdí. Del desdén de la vida junto al rock.
Y tal vez fue por El, que al haber escuchado tantas veces mis gritos en silencio, que esa noche tranquila -con apenas una brisa- nos volvimos a encontrar.
El rock no necesariamente se acerco por el viento, simplemente creo que nunca se había ido, solo estaba escondido hasta que yo pudiera conectarme conmigo, para luego con vos, para después nosotros con el.
Un amable cuento entre noches de luna, noches nubladas junto al viento. Junto a la lluvia y el ruido del golpeo trayendo recuerdos de lo que fuimos. Pero nunca nos terminamos, por eso es que en estos días presentes, pasados y días futuros, nos seguimos continuando.
¿Un final? ¿Para que?
Quien necesita finales cuándo empezar o continuar algo nuevo es mucho mas emocionante. Y si es con vos, mi vida, el resto es cotillón. Lo demás es un absurdo y vulgar paisaje cuando lo que mas anhelo es ver el mundo desde tus ojos, ver mi reflejo, verte reír.
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-...y tal vez la nostalgia de sentir, de haberme olvidado hasta de mi, aunque volví a recordarme cuando te recordé y pude volver a sentir. Una vez mas, nos toca vivir.
¿Que canción sonara en los funerales de la razón? Estoy seguro, será una de amor.
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