lunes, 13 de febrero de 2017

A mi entrañable musa.

Estoy en un barco sin dirección
el viento de tu ausencia me lleva a la deriva.
Cada vez que un recuerdo me golpea
no puedo hacer mas que tomar con ganas el timón
para poder seguir, a pesar del dolor.

No busco tu lastima, tampoco tu acción
después de tenerte cerca, duele decir adiós.
Es la repetición de mi pena 
la que me impide aceptar otra vez al amor. 

El amor.. esa vieja creencia que destruye poetas
o mas bien, los construye. Los hace. Les da vida y los mata.
Acércate otra vez, ven a regar mis musas
que este tiempo alejado no han florecido en mi. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario