martes, 24 de enero de 2017

Mi querido y futuro atardecer.

-El diablo esconde los versos que en mi inconsciente descalzan
puede que un buen día - o una mala noche- me canse de adorarle
y ahí el me rogara volver a sus tinieblas, a cambio de poesía burda. 

A ver, querido amigo; ¿Que te hace pensar que mi vida esta rendida a la tuya?
¡por favor, viejo diablo! tenes la experiencia para darte cuenta
que al no cumplir tus promesas, las mías se verán nulas ante cualquier juez. 
No hay miedo a eso. No esperare mucho mas
solo me quedan unos 5 años de cambios de luna. No te hagas rogar, conmigo no va. 

Huiré despavorido hacia el lugar donde mi cuerpo descansará
mas mi mente siempre inquieta estará, pues apenas aprendo a dejar de pensar. 
Y aún sabiendo eso, tenes la ligereza de hacerme dudar ¡já!
Viejo diablo, a tus trucos les hace falta magia. 

Puede que un día se seque la tinta de mi corazón  ¿Lo sabes?
Pero jamas sera por ti. Solo por mi, solo por mi inexplicable razón 
de andar queriendo rendirme y al otro instante nunca querer parar. 
A ver, siempre me encuentro pensando los finales..
   
                             ¿Que? ¿No se puede simplemente callar?  

La noche y vos.

Sigo esperando por un alud de emociones que caiga en mi
que no me hagan esperar las musas, la tormenta ya llego.
Que el campo florezca sobre toda la imaginación
Navegando entre los recuerdos
el barco se me hunde cuando me olvido de vos

Pero no olvidé recordarte en mis peores lugares
donde una chispa de tu sonrisa podría despertarme.
Mas pasa el tiempo mas terco soy
Con una botella en la mano voy cantando
y hasta el fondo del asunto no quiero parar.

Se que la agonía de la noche es mi mangar
donde la luna me acaricia y de un soplo me da tranquilidad
Puedo ver ahora que tan solo no estoy
que aunque tu mano no me toque, en el corazón te siento yo.